Agrupacion de Andinismo Vultur Gryphus

miércoles, agosto 27, 2008

Volcán Antuco: Un gigante dormido (19 y 20 de Agosto 2008).


Abundante lluvia se descarga sobre caminos rurales, bosques de Roble-Raulí-Coihue, macizos de roca y hielo de la región de la araucanía. La intranquilidad mental de no poder concretar ningún objetivo claro dado las condiciones climáticas y los esquivos recursos económicos hacen de los emprendimientos por estos días una tarea titánica. Desechando la idea de viajar a tierras metropolitanas por las inestables condiciones climáticas surge la idea de arribar a un gigante dormido: El Volcán Antuco. Ya en variadas oportunidades la idea había tomado fuerza sin resultados concretos. Aún cuando este volcán no posee inconvenientes técnicos, se presentaba como un postergado reto que dada las condiciones invernales ofrecía un desafió interesante.

Tras notificar en la administración de la CONAF nuestras intenciones de ascenso la cual se ubica en el sector Chacal, distante 4 km de la entrada del Parque a orilla del camino debidamente señalizada. Nos dirigimos hacia el punto en el cual debíamos estacionar el vehiculo y comenzar el ascenso.

El recorrido cubrió desde la ciudad de Temuco unos 258 Km. hasta el centro de esquí situado en las faldas del Volcán Antuco. Dicho centro está situado a 1.373 msnm y está equipado con 3 andariveles de arrastre y se localiza dentro de los límites del Parque Nacional Laguna del Laja, el cual cubre una superficie de 11.880 hectáreas.

Nuestro objetivo no era visible dada las condiciones climáticas imperantes en la zona (plumillando), el cono volcánico Antuco se ubica al lado poniente del lago Laja y se formó desde dentro del antiguo volcán Laja.


La planificación consistía en ascender hasta el sector del último andarivel aun cuando existía baja visibilidad y montar el campo base en la cercanías del andarivel Nº16 y esperar a que las condiciones mejoraran para poder ascender hasta la cumbre la próxima jornada.



Sin mayores contratiempos y con escasa visibilidad por momentos, superamos un pequeño desnivel de unos 500 mt hasta el último andarivel, lugar donde montaríamos nuestro Campo Base emplazado a unos 1.914 msnm. Luego de armar una terraza para montar la carpa con algunas pequeñas dificultades por el viento nos dispusimos a derretir nieve para obtener agua y lograr hidratar y comer.

Tras una amena cena y una charla recordando una variedad de cosas procedimos a efectuar una breve clínica de encordamiento que se vio alcanzada por la noche.

La noche no fue muy prometedora tras fuertes vientos y una nevada que no paraba hacia presagiar que las condiciones no serian las mejores para el próximo día. A las 6 A.M. suena el despertador la nevazon no cesaba y la visibilidad era escasa por no decir nula. Esperando que mejore la situación desayunamos y nos lanzamos a los brazos de Morfeo. A las 8:30 A.M el zumbido el viento y el golpeteo de la nieve sobre la carpa había cesado. Decidimos levantarnos para ver como estaba la situación: un sol prometedor con algo de viento nos invitaba a preparar el equipo e intentar ascender un desnivel de más de 1.000 metros hasta la ansiada cumbre.




Con el ánimo renovado emprendimos marcha alrededor de las 9 A.M. con una cama de nieve polvo caída la noche anterior. Sin mayores contratiempos y a paso firme a eso de 14:00 horas la marcha rendía sus frutos: La cumbre estaba bajo nuestros pies. La sensación de inmensidad al contemplar el panorama sacia nuestra desnuda mente, congelando el pensamiento y dejando cabida solo a las emociones que zigzaguean al ritmo del inagotable viento. Es aquí en estos parajes limpios de vanidades y mediocridades cuando comprendemos el verdadero sentido de nuestra existencia…

A ratos quisiéramos invitar a todo el mundo a vivir ese momento. Sin embargo, en la calma comprendemos que es solo delirio y pasión de hombres raros, vestidos como astronautas, con extensiones de metal en los brazos y con síntomas de demencia temporal. Sin duda la satisfacción de alcanzar una cumbre e intentar ingenuamente compartir desde la altura en el silencio más profundo nuestros sentimientos con aquellos seres que amamos, aun cuando nos distancien cientos de kilómetros es un signo de profunda fraternidad y humildad…



Tras una muy breve hidratación y sesión fotográfica decidimos descender rápidamente por el intenso viento y vaticinando que las condiciones climáticas desmejorarían. El descenso fue rápido y sin mayores contratiempos aun cuando gran parte de la ruta se desarrollo entre tinieblas y un poco de nieve. Sin embargo, nuestro pensamiento en una especie de silenciosa complicidad con la montaña va guiando nuestros pasos descifrando códigos y signos, usando para ello una especie de instinto mágico que sorprendentemente florece en la montaña.

El regreso al vehiculo para emprender regreso a nuestros hogares es calmo y relajado, aflorando la inquietud de nuestro futuro desafió y ansiando que la montaña nos regale nuevas emociones en la próxima aventura.





Por CIB.

sábado, agosto 16, 2008

PROHIBIDO EL ACCESO…

La dinámica de la propiedad de las zonas de media y alta montaña ha cambiado mucho en los últimos años, especialmente los accesos situados en sectores de baja montaña, limitando cada vez más el libre transito de aquellos que casi como un estilo de vida asumimos los desafíos cada vez que acudimos al misterioso llamado de la montaña.

En la actualidad diversos sitios de baja montaña a lo largo de nuestro cordón montañoso han sido adquiridos y son parte de la propiedad privada de diversas empresas cuya pretensión principalmente es el lucro. No es esta la coyuntura que incomoda a los andinistas, pues es imposible desconocer la misión de dichas organizaciones, dado que su objetivo principal es la anhelada rentabilidad económica y sostenibilidad en el tiempo. Sin embargo, la negativa disponibilidad de dichas empresas (Proyectos mineros, hídricas, hidroeléctricos, fundos, proyectos turísticos, entre otros) e incluso instituciones del estado (CONAF) para facilitar el libre transito por lugares en donde habitualmente los andinistas circulaban sin mayores problemas a complicado el panorama de la actividad del andinismo tanto en el ámbito recreativo como deportivo.

Incipientes e independientes iniciativas apuntan a generar instancias que faciliten la gestión para mejorar el libre transito en la distintas zonas, cuyas dificultades en términos operativos se han transformados en cobros ilegítimos, prohibiciones de acceso o la incomoda y no menos confusa discusión de quien se hace cargo en caso de accidentes y como identificar a aquellos excursionista incautos de aquellos que casi como una profesión planifican, preparan y cuentan con la capacidad y el equipamiento adecuado según el objetivo de la actividad a efectuar. A dichos argumentos se suman aquellos que aluden al posible daño a la propiedad privada o al impacto ambiental (negativo) que la actividad genera.

Hasta aquí el problema realmente parece confuso, delicado y complejo. A mi modo de ver el rompecabezas se resume en dos puntos que proceso a mencionar y discutir a continuación:

1. La disputa por el uso del territorio. Dicha situación conflictiva se ha suscitado principalmente por una desplolija política de ordenación territorial de los sectores precordilleranos y cordilleras, que sea capaz de equilibrar adecuadamente los intereses económicos, escénicos, deportivos y algunas veces políticos; con la finalidad de permitir el desarrollo armónico de los distintos actores que participan y hacen uso del territorio cordillerano.

2. La baja cohesión y participación del mundo de montaña. Específicamente me refiero a la disminuida asociación entre los distintos actores vinculados a la comunidad de montaña y por ende a la insuficiente participación a través de canales únicos y representativos para discutir y formalizar propuestas serias que contribuyan a clarificar las responsabilidades y atribuciones en temas vinculados al andinismo chileno.

Cabe señalar que de a poco se han observado ciertas iniciativas que permitan mejorar la situación de nuestro andinismo chileno. Entre estas destacan:

- Creación de la Dirección de acceso encargado Mauricio Purto por la Federación de Andinismo de Chile. Objetivo: Habilitar servidumbre de paso reales y acordes con la ley que garanticen el acceso a las cumbres.
- Proyecto PROTEGE. Objetivo: Rescatar la precordillera y cordillera de Santiago como un gran patrimonio natural al servicio de sus habitantes
- Iniciativas de grupos de andinismo regionales por salvaguardar los accesos en lugares puntuales de nuestro país.
Entre otras.

A través de este humilde portal hago un llamado a la comunidad de montaña a participar de manera mas activa en iniciativas que contribuyan a mejorar nuestra situación. A las instituciones del estado como: CONAF, CHILEDEPORTES, SERNATUR, entre otras, a valorar la actividad de montaña de forma seria e incluirlas dentro de sus directrices y políticas, como parte importante de sus estrategias. Dado que nuestro país posee aproximadamente 4.600 km de montañas de los casi 9.000 km de extensión de la cordillera de loas la cordillera de los Andes es imposible crear que no existan políticas e incentivos claros al respecto.

A las empresas privadas a generar una política de puertas abiertas y concretar su colaboración con la comunidad de montaña a través de instancias concretas como planes de buena vecindad o a inmiscuirse en estrategias de responsabilidad social empresarial (RSE) que contribuyan a disminuir la disputa por el uso y mejoren la convivencia con el entorno.



Por CIB.

lunes, mayo 26, 2008

Motivaciones de Vida

George Mallory ante la pregunta de por que quería escalar el Everest responde:

“…No hay finalidad científica que lo justifique, sino simplemente la satisfacción de lograrlo, el indomable deseo que subyace en el corazón del hombre…”

Solo pensé en dos cosas: EGO y LIBERTAD.

Sin duda alguna hay entre los hombre de montaña una especie de motor invisible que nos inspira a ascender una y otra vez esos macizos de hielo y roca. A medida que pasa el tiempo y tras conocer a una cantidad importante de personas ligadas a este deporte, la diversos motivos que es posible identificar varían tal cual pueden varias los colores de una puesta de sol, desde el egocentrismo hasta la libertad.


Al igual que en muchos casos de la vida cotidiana los montañistas se adecuan perfectamente a una curva normal; los casos de búsqueda de libertad plena y la egolatría pura son pocos y se sitúan en los extremos, siendo los montañista en su gran mayoría fieles exponentes de una rara situación hibrida entre la egolatría y la libertad (¿ego = libertad?).


El hombre esta en una constante búsqueda de desafíos y para un montañista lo retos a escala humana dejan de situarse en el primer orden (a pesar que el trabajo de una grupo humano en la montaña siempre plantea un desafió importante). Desde esta perspectiva, competir con la naturaleza ha sido por largo tiempo uno de los mayores desafíos del hombre. En este ámbito un montañista solo valida esta teoría, el desafió que impone alcanzar una cumbre pasa a situarse en un orden de elite que complementado con el desafió técnico y humano, pasa a ser en palabras simples y frías “ solo la satisfacción de vencer un obstáculo”, dicho obstáculo a esta escala es sin duda un desafió digno de admiración, pues no todos pueden decir que tienen la osadía de desafiar a la propia naturaleza. El montañista es sin duda un ególatra pues no hay mayor desafió que desafiar lo más grande y complejo: ¡la naturaleza!. La recompensa para un montañista es infinita y satisface en parte uno de sus necesidades mas internas, su propio ego.


Por otro lado, muchas personas acuden como respuesta a un misterioso llamado. Las montañas son, sin duda, uno de los más grandes regalos que el Creador nos ha dado. Con sus múltiples formas llenan la tierra decorando nuestro espacio escénico, elevando nuestra mirada y desafiando nuestro espíritu. Para muchos es un encuentro con Dios el que se produce arriba en el silencio del viento, es también el latir fuerte de nuestros corazones. Es donde nos encontramos con nosotros mismos, con nuestro espíritu, con nuestras limitaciones y fortalezas. La altura es un reto que eleva también nuestra alma y nos guía al encuentro con la naturaleza, en el silencio propio de esos parajes.

Para muchos las mentes se limpian y ordenan, nuestros cuerpos se expanden y crecen; seguir tras unas de estas rutas agrestes, en ultima instancia, una aventura infinita y personal… es la búsqueda de la libertad, de sentir que estas vivo, de sentir la cuestionada libertad, aun cuando internamente comprendes que eres parte de un todo, pero que ese todo ya no te comprime si no que te cede vida.

Como bien recuerdo a ver leído alguna vez: … no hay que probar nada; ni victoria ni derrota son la alternativa... Es sin duda solo una conquista interior, una nueva forma de ver las cosas y la vida, pues las cimas de las montañas no son más que una pieza de este maravilloso rompecabezas, aguardando en silencio a quienes queremos conquistar y vivir nuestros sueños.
Finalmente entiendo que han existido siempre poderosos motivos por los cuales nosotros curiosamente nos acercamos a las montañas. Los motivos son diversos y lo único que interesa es que son parte de una “evolución que engrande al hombre”, y por lo tanto, sea cual sea la motivación pasan a ser validas bajo esta premisa.

Por César Ibáñez Basso.