Agrupacion de Andinismo Vultur Gryphus

sábado, agosto 16, 2008

PROHIBIDO EL ACCESO…

La dinámica de la propiedad de las zonas de media y alta montaña ha cambiado mucho en los últimos años, especialmente los accesos situados en sectores de baja montaña, limitando cada vez más el libre transito de aquellos que casi como un estilo de vida asumimos los desafíos cada vez que acudimos al misterioso llamado de la montaña.

En la actualidad diversos sitios de baja montaña a lo largo de nuestro cordón montañoso han sido adquiridos y son parte de la propiedad privada de diversas empresas cuya pretensión principalmente es el lucro. No es esta la coyuntura que incomoda a los andinistas, pues es imposible desconocer la misión de dichas organizaciones, dado que su objetivo principal es la anhelada rentabilidad económica y sostenibilidad en el tiempo. Sin embargo, la negativa disponibilidad de dichas empresas (Proyectos mineros, hídricas, hidroeléctricos, fundos, proyectos turísticos, entre otros) e incluso instituciones del estado (CONAF) para facilitar el libre transito por lugares en donde habitualmente los andinistas circulaban sin mayores problemas a complicado el panorama de la actividad del andinismo tanto en el ámbito recreativo como deportivo.

Incipientes e independientes iniciativas apuntan a generar instancias que faciliten la gestión para mejorar el libre transito en la distintas zonas, cuyas dificultades en términos operativos se han transformados en cobros ilegítimos, prohibiciones de acceso o la incomoda y no menos confusa discusión de quien se hace cargo en caso de accidentes y como identificar a aquellos excursionista incautos de aquellos que casi como una profesión planifican, preparan y cuentan con la capacidad y el equipamiento adecuado según el objetivo de la actividad a efectuar. A dichos argumentos se suman aquellos que aluden al posible daño a la propiedad privada o al impacto ambiental (negativo) que la actividad genera.

Hasta aquí el problema realmente parece confuso, delicado y complejo. A mi modo de ver el rompecabezas se resume en dos puntos que proceso a mencionar y discutir a continuación:

1. La disputa por el uso del territorio. Dicha situación conflictiva se ha suscitado principalmente por una desplolija política de ordenación territorial de los sectores precordilleranos y cordilleras, que sea capaz de equilibrar adecuadamente los intereses económicos, escénicos, deportivos y algunas veces políticos; con la finalidad de permitir el desarrollo armónico de los distintos actores que participan y hacen uso del territorio cordillerano.

2. La baja cohesión y participación del mundo de montaña. Específicamente me refiero a la disminuida asociación entre los distintos actores vinculados a la comunidad de montaña y por ende a la insuficiente participación a través de canales únicos y representativos para discutir y formalizar propuestas serias que contribuyan a clarificar las responsabilidades y atribuciones en temas vinculados al andinismo chileno.

Cabe señalar que de a poco se han observado ciertas iniciativas que permitan mejorar la situación de nuestro andinismo chileno. Entre estas destacan:

- Creación de la Dirección de acceso encargado Mauricio Purto por la Federación de Andinismo de Chile. Objetivo: Habilitar servidumbre de paso reales y acordes con la ley que garanticen el acceso a las cumbres.
- Proyecto PROTEGE. Objetivo: Rescatar la precordillera y cordillera de Santiago como un gran patrimonio natural al servicio de sus habitantes
- Iniciativas de grupos de andinismo regionales por salvaguardar los accesos en lugares puntuales de nuestro país.
Entre otras.

A través de este humilde portal hago un llamado a la comunidad de montaña a participar de manera mas activa en iniciativas que contribuyan a mejorar nuestra situación. A las instituciones del estado como: CONAF, CHILEDEPORTES, SERNATUR, entre otras, a valorar la actividad de montaña de forma seria e incluirlas dentro de sus directrices y políticas, como parte importante de sus estrategias. Dado que nuestro país posee aproximadamente 4.600 km de montañas de los casi 9.000 km de extensión de la cordillera de loas la cordillera de los Andes es imposible crear que no existan políticas e incentivos claros al respecto.

A las empresas privadas a generar una política de puertas abiertas y concretar su colaboración con la comunidad de montaña a través de instancias concretas como planes de buena vecindad o a inmiscuirse en estrategias de responsabilidad social empresarial (RSE) que contribuyan a disminuir la disputa por el uso y mejoren la convivencia con el entorno.



Por CIB.