Agrupacion de Andinismo Vultur Gryphus

miércoles, agosto 08, 2007

Ascensión Invernal Volcán Lonquimay ( Travesía Piedra Santa – Corralco ).

Tras unos breves preparativos de nuestro equipo iniciamos la marcha con abundante nieve junto a unos amigos del Club Perros de Los Andes. La ruta inicia en las proximidades del sector de Piedra Santa distante a unos 4 km de la localidad de Malancahuello por un camino vecinal de fácil acceso. Según los lugareños de la zona cuentan que la piedra localizada en las cercanías del camino de penetración (Piedra Santa), corresponde a una parte de la cumbre del volcán que callo tras una erupción y que actualmente se utiliza como lugar de oración por gente del sector.

Tras varias horas de caminata con la nieve lo suficientemente profunda, que a momentos llegaba a la altura del muslo y con una clara desorientación respecto al camino dada la gran cantidad de nieve caída que genero la perdida de los habituales puntos de referencias, nos decidimos a levantar nuestro primer campamento para descansar nuestros fatigados músculos y nuestra desgastada mente por la ansiedad de no lograr llegar al lugar planificado. Lo que normalmente nos tomaba entre 3 a 4 horas lo habíamos efectuado en 8 horas de marcha sin lograr alcanzar el lugar habitual de campamento base (Sector Ex - Conaf).


Ya cansados, levantamos campamento y nos entregamos a los placeres culinarios que permitieron reponer en parte nuestra energías…un poco desanimados por la malas condiciones de la nieve nos entregamos al descanso sin planificar el nuevo día que se avecinaba.

Temprano, con las pilas repuestas y decididos a no dejarnos vencer, reanudamos la marcha en dirección al volcán ( “a lo cabeza de palo no mas”… concepto acuñado por una de nuestros integrantes).

Tras varias horas de lucha con la nieve, dejamos atrás los frondosos y misteriosos bosques mixtos de araucarias y coigues que amenizaban la ruta con sus múltiples formas.
Al traspasar el limite de la cubierta boscosa (Timberline), el majestuoso Lonquimay dejo ver su cara sur en plenitud… por fin la ruta estaba clara y decididos a que la noche no nos cubriera perfilamos hacia su base para montar el Campamento 1, desde al cual estaba planificado alcanzar la cumbre.

La noche lo cubrió todo y la esplendorosa luna nos colaboro con algo de luz para terminar de levantar el campamento.

Ya de mejor animo, nos alimentamos, hidratamos y a descansar para lograr estar en las mejores condiciones para enfrentar la cumbre si el tiempo no desmejoraba.

A los 6:30 AM comenzamos a montarnos a paso firme sobre un filo que nos permitiría llegar a pisar la cumbre. Tras varias horas de marcha con bajas temperatura y viento que a ratos levantaba la nieve a ras de piso nos desplazábamos hacia la tan ansiada cumbre.

El paisaje como siempre estremecía. El viento, compañero eterno, entonaba su marcha que a momentos preocupaba. El esfuerzo de esa fastidiosa aproximación pronto rendiría sus frutos.

Tras remontar algunas pasadas con hielo y la falsa cumbre, el objetivo estaba cerca…solo restaban unos cuantos minutos…

A las 11:00 AM estábamos abrazándonos en la cumbre y escuchando el rugir del viento. La felicidad de aquellos que no habían encarado el lado sur del volcán y que eran nuestros compañeros de cumbre nos llenaba de orgullo…solo en esos momentos es cuando la inmensidad lo llena todo y los sentimientos se confunden entre tristeza y alegría, es un sentimiento extraño que estremece… pero que conforta.

Tras algunas sesiones de fotos, reconociendo que el trabajo aun no termina, procedemos a descender.

Con un día espectacular logramos alcanzar el Campo 1 y tomamos la verdadera foto de cumbre, como lo dijo el maestro lucero. Todos sanos y salvos en al campamento.

Con prontitud desarmamos las carpas y bajamos del campo 1 al sector de Corralco remontando el portezuelo del Cerro coloradito.

Por fin ya más aliviados, regresamos a nuestros hogares con una misión cumplida que tuvo grandes sacrificios pero también grandes satisfacciones.

Una gran saludo para Paulo y Pablo que colaboraron en hacer la huella y que lamentablemente debieron regresar.

Participaron de esta ascensión – travesía: Manuel (Grupo Montaña Universidad Mayor), Ricardo Pradenas (Perros de los Andes) y Juan Luís Pillampel y César Ibáñez (Agrupación de Andinismo Vultur Gryphus). Para que se note que entre andinistas no hay banderas ni colores.

La ruta en color verde se detalla en la siguiente lamina.